Por primera vez desde 1947, asumió el gobierno un presidente que no es "colorado". El ex obispo de San Pedro, Fernando Lugo, obtuvo la victoria electoral en abril pasado al frente de una heterogénea coalición de partidos y corrientes. Ahora le llega el tu

En un completo análisis realizado por el
servicio de prensa alternativa (SERPAL) se vincula el cambio histórico en Paraguay con una especial situación continental, donde varios países intentan caminos propios, procurando distanciarse de las fórmulas neoliberales y del tutelaje norteamericano. También ganan fuerza y presencia social los
movimientos indígenas y campesinos. Se afirman las corrientes que defienden el control soberano de los
recursos nacionales. Ese marco favorece las intenciones y compromisos expresados por
Lugo y su Alianza para el Cambio.
Pero en lo interno, Lugo encuentra un país con un singular atraso en infraestructuras, la educación y la sanidad públicas bajo mínimos, un parlamento en manos de otras fuerzas políticas y una administración pública plena de funcionarios que durante décadas han sido nombrados por su adhesión al partido desplazado del poder.
El movimiento campesino espera una
reforma agraria que les permita acceder a tierras de cultivo. No sólo será necesario que Lugo mantenga sus compromisos de campaña. También necesitará habilidad, inteligencia, y contar con cuadros honestos y capacitados.
Adjunto ofrecemos el informe completo que permite tener un mayor acercamiento a la realidad paraguaya en esta hora histórica.
Fuente SERPAL Nº 374 – 08