Compartimos la exposición del Vicepresidente de nuestra Fundación Promoción Humana, Carlos “Pancho” Gaitán, llevada a cabo en el Taller “Historia del Sindicalismo Argentino” organizado por Infoworker el 12 de octubre de 2023.
A partir del comienzo de 1943, la decisión del caduco Gobierno Nacional, presidido por el conservador Ramón S. Castillo, que respondía a la “Concordancia” entre Radicales – Conservadores, producto del denominado “fraude patriótico”, de imponer como Presidente a Robustiano Patrón Costa, empresario azucarero de la rancia oligarquía, colmó la medida de tolerancia de las FF. AA., que optaron por deponerlo. La situación nacional se encontraba dominada por una minoría oligárquica enriquecida, que vivía básicamente del campo, con toda la economía en manos del imperialismo anglosajón, mientras el pueblo trabajador y los sectores populares vivían una situación de pobreza generalizada.
En el Gobierno Nacional existía un organismo denominado Dirección Nacional del Trabajo -DNT- que funcionaba en el marco del Ministerio de Economía, así como en otros momentos de mayor represión a los trabajadores, en el del Ministerio del Interior, acompañando la expulsión de los inmigrantes “indeseables”, comúnmente militantes sindicales anarquistas que confrontaban a las patronales y combatían contra la policía brava, a los que se les aplicaba la “Ley de Residencia”.
El Gobierno militar instaurado el 4 de junio de 1943 adolecía de fuertes contradicciones internas, expresadas fundamentalmente entre Liberales1 y Nacionalistas.
Entre estos, surgió una tendencia de nacionalistas populares que se identificó con la sigla GOU (Grupo de Oficiales Unidos, según una de las definiciones), compuesta por una línea de Coroneles, con la participación de un par de Generales y algún oficial de menor jerarquía. Entre estos se destacó el Coronel Juan Domingo Perón, el que se hizo cargo de la Dirección Nacional del Trabajo, organismo hasta ese momento totalmente ineficiente y de escaso relieve. En el marco de la reorganización del equipo de Gobierno planteado por el Presidente de facto General Pedro Pablo Ramírez, Perón propuso crear la Secretaría de Trabajo y Previsión –STyP-.
Acordado esto, se decidió por Decreto-Ley su creación, con carácter ejecutivo, pasando a depender de la Presidencia de la República.
Perón sumó al naciente organismo todo lo que existiera en el país con carácter gubernamental y público de cualquier nivel que se refiriera a trabajo, salud, vivienda, seguridad social, indígenas, migraciones, jubilaciones, pensiones y otras. Todo ello pasó a componer y depender de la STyP. Incluso en los Territorios Nacionales – tengamos en cuenta que Argentina en ese momento se componía de 14 Provincias y 7 Territorios Nacionales – En esos Territorios, el Comandante de Gendarmería con título de abogado, pasó a ser el Delegado Regional de la STyP.
SITUACIÓN DEL MOVIMIENTO OBRERO.
El sindicalismo argentino, que se había forjado con los trabajadores inmigrantes europeos llegados para “hacerse la América”, la mayoría italianos y españoles de distintas regiones, y también alemanes, franceses y europeos del este, de formación anarquista, socialistas y sindicalistas, algunos perseguidos en sus países de origen, en general muy pobres, formaron los primeros sindicatos que eran fundamentalmente de oficios (carpinteros, panaderos, ebanistas, linotipistas, etc.), y de empresas (de primer grado). La suma de afiliados se daba fundamentalmente por nacionalidades o regiones: Gallegos, Napolitanos (tanos) e ideología: Anarquistas y Socialistas y con una primera característica de organizaciones de “socorros mutuos”. El apoyo solidario para encontrar alojamiento, trabajo e incluso comida en muchos casos.
Lograda la unidad en 1930 se conformó la CGT, que en 1943 contaba con 80.000 afiliados2, y que estaba dividida en CGT No 1 y la No 2. Se identificaban por el nombre de la calle donde tenían su sede: Catamarca e Independencia. La huelga del gremio de la carne, dirigida por el comunista José Peters, respondiendo a la estrategia de la Unidad Popular de la URSS, para defender a los aliados en la segunda guerra – Peters era confrontado por la fracción que conducía Cipriano Reyes – duró 3 meses, de agosto a octubre de 1943.
MEDIDAS TOMADAS DESDE LA STyP
Perón organiza el equipo de la STyP, con el Cnel. Domingo Mercante (hijo de ferroviario); Juan Atilio Bramuglia, abogado de la Unión Ferroviaria; José Figuerola, catalán, experto en seguridad social; el Capitán Russo, responsable de contactar al sindicalismo, Delegado de la STyP en Córdoba y el Dr. Massa, Médico militar, Coronel del Ejército.
Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión decreta que “El Sindicato es una Organización de Bien Público” y requiere del apoyo del Estado. Hasta el momento era considerada una organización perturbadora y cuasi delictiva. Por Decreto Ley, establece el “Estatuto del Peón de Campo” e incorpora a los trabajadores rurales a la formalización como trabajadores con todos los derechos, duplicando la cantidad de hombres y mujeres con esa misma calificación. Crea los “Tribunales del Trabajo”, y normaliza las inspecciones laborales; establece los Convenios Colectivos de los trabajadores; trabaja sobre jubilaciones y pensiones incorporando a los trabajadores del comercio; establece las vacaciones pagas, y el aguinaldo, entre otras medidas.
*17 de Octubre: Aquellas medidas promulgadas y el proceso de reorganización del M. O, basado en el principio de que “Solo la Organización vence al tiempo”, convocando permanentemente a los dirigentes sindicales, formulando un nuevo Modelo Sindical, conocido como modelo sindical argentino, cuando se obliga a Perón a renunciar a todos sus cargos institucionales y se lo detiene en la Isla Martín García, se produce la convocatoria y la movilización nacional de los trabajadores el 17 de octubre de 1945, a la Plaza de Mayo, para exigir al Gobierno la libertad del Coronel Perón.
Ese día, denominado “Día de la Lealtad”, es el día de la nacionalización de la clase trabajadora, del comienzo de su protagonismo político, convertida en el actor social fundamental del proceso revolucionario.
Por la exigencia de los trabajadores, Perón es conducido a la Casa de Gobierno y al dirigir al pueblo un enjundioso mensaje dice “Trabajadores: Únanse”, como única forma de defender sus intereses y los de la Patria.
Preguntado por el Presidente Farrel “¿Qué hacemos?”, Perón le contesta “Llame a elecciones”.
LA SITUACIÓN POLÍTICA: Todos los partidos políticos: La UCR, el PS, el PC, el PD, los Conservadores, los Demócratas Progresistas, todos: constituyen la Unión Democrática, UD: conducida por el embajador norteamericano Spruille Braden, y trabajan para derrocar a Perón electoralmente o como fuere posible.
Perón constituye con la CGT, un partido político nacional, el Partido Laborista -PL- con presencia en todas las Provincias. Y suma a ello un sector del Radicalismo: la UCR Junta Renovadora, que pone al Candidato a Vicepresidente Hortensio J. Quijano de la Provincia de Corrientes.
Gana las elecciones y constituye un Gobierno con la participación del MO.
El Ministro del Interior será Ángel Borlenghi, Secretario General del Sindicato de Comercio; el Ministro de RR. EE. Juan Atilio Bramuglia, abogado de la Unión Ferroviaria; el Ministro del Trabajo, por primera vez en la historia, fue un hombre de extracción obrera: José María Freire, del Vidrio. Hubo además Vice Gobernadores, Diputados Nacionales y Agregados Obreros en las Embajadas, de origen sindical.
En 1947, la CGT tiene 1.500.000 Afiliados (Alberto Belloni: Obra citada); y el Presidente Perón le entrega al Secretario General de la CGT “Los derechos del Trabajador”, que serán luego incorporados a la Constitución Nacional de 1949.
El Gobierno de Perón nacionaliza las empresas extranjeras y el Banco Central y produce un proceso de industrialización notable y de capacitación y formación profesional para preparar a los obreros, técnicos y profesionales para organizar un país industrializado.
Genera un modelo de país soberano y desarrollado con justicia social aplicando los principios de: Soberanía política; Independencia económica y Justicia Social”.
1955: CGT. 6.000.000 de afiliados (Igual fuente). Con el Golpe que derrocó al Gobierno hubo miles de Dirigentes y delegados sindicales presos, en barcos, en el penal de Ushuaia, en cárceles comunes, e interdictos. Fueron tomados los sindicatos a balazos por Comandos Civiles del PS, PC, UCR.
El imperialismo inglés, del que Argentina había sido su colonia económica y conocía su potencialidad en recursos naturales, conspiró con individuos “cipayos” nacionales, para impedir que ese nivel de desarrollo y soberanía fuera un ejemplo a otros países de AL y procedieron, en junio de 1955, con métodos bélicos salvajes como el bombardeo a la Casa de Gobierno, a la Plaza de Mayo, a la CGT y otros lugares, matando a más de 300 personas, civiles y niños escolares que circulaban por esos lugares, dejando más de 1000 heridos con muchos mutilados. Finalmente en septiembre del mismo año -3 meses después-, mediante un golpe de Estado producido con complicidad de la cúpula eclesial, después de que la Marina de Guerra bombardeara Mar del Plata, y de que amenazara que bombardearían las ciudades de La Plata y de Buenos Aires, lograron la renuncia del Presidente.
LA RESISTENCIA PERONISTA.
Ese hecho político militar, produjo la reacción de la clase trabajadora, particularmente de su juventud, que comenzó un proceso de resistencia con la consigna de “La vuelta de Perón” que duró, con distintas tácticas e intensidades, prácticamente hasta su regreso en 1973. El General Lonardi, que comandó la rebelión, se hizo cargo de la Presidencia de la República apoyado por las Fuerzas Armadas, con la consigna de “Ni vencedores ni vencidos”, diciendo que se mantendrían las conquistas logradas por la clase trabajadora. La conducción de la CGT concurrió a la casa de gobierno a dialogar para saber cómo proceder y mientras estaban esperando la audiencia apareció el Contralmirante Arturo Rial, el que al ver este conjunto, ataviados como trabajadores, les preguntó: ¿Ustedes quiénes son?… Le respondieron: “Somos los dirigentes de la CGT”… Ahhh, dijo, “Ustedes deben saber que esta Revolución está hecha para que el hijo del peón, muera peón” (‘Revolución Libertadora’ le decían…mientras el pueblo la llamaba ‘Fusiladora’).
Los trabajadores se dieron a la tarea de reconquistar los sindicatos y volver a controlar la CGT, cosa que lograron en un proceso de dos años y desde ahí para adelante. En 1957, en el intento del interventor de la CGT, el Capitán de Marina Patrón Laplacette, en septiembre, se crearon las “62 Organizaciones”, que fue la herramienta política para disputar en y a partir del Movimiento Obrero.
Comenzó un proceso de lucha y huelgas con la participación de todos pero destacándose, Metalúrgicos, Bancarios, Ferroviarios, Textiles, muchos de cuyos conflictos duraron bastante tiempo, e incluso algunos terminaban con miles de presos alojados en campos deportivos o en naves de guerra.
En 1960, el Gobierno del Dr. Arturo Frondizi, de la UCR Intransigente (sector escindido de su tronco radical) – que había logrado imponerse por un acuerdo electoral con Perón, para lo que prometió restituir las organizaciones sindicales a sus verdaderos representantes y defender el interés nacional – no cumplió y el MO y sus Regionales agudizaron la lucha y la Resistencia actuó con mayor virulencia. El gobierno aplicó el Plan CONINTES (conmoción interna del Estado), y otra vez miles de trabajadores y resistentes terminaron en las cárceles, incluso en el penal de Ushuaia.
El M.O. produjo propuestas y declaraciones como la de Huerta Grande en 1957; La Falda en 1962; el 1o de Mayo de 1968 de la “CGT de los Argentinos” o los 26 puntos de Saúl Ubaldini, todos pronunciamientos que fueron prácticamente planes de gobierno y de orientación sobre un modelo de país.
1968, CGT de los Argentinos
En aquel año la CGT estaba conducida por la “Comisión de los 20” que en ese momento conducía Vicente Roqué, de Molineros. El Comité Central Confederal -CCC- había acordado convocar el congreso normalizador para marzo. La interna sindical estaba muy reñida entre “combativos y dialoguistas”, como producto de las posiciones que había tenido Augusto Vandor, de la UOM, que en lo electoral había confrontado con Perón, lo que produjo la división de las “62 Organizaciones”: las “62 Organizaciones de Pie Junto a Perón” y las “62 Leales a Perón”.
El candidato a Secretario General de la CGT por los combativos era Amado Olmos, Secretario General del gremio de Sanidad, el que falleció en un accidente automovilístico en la Ruta 9, lo que constituyó un gran problema para el sector. Lorenzo Pepe de Unión Ferroviaria era buen candidato, pero el gremio estaba intervenido por el Ministerio de Trabajo de Onganía, al igual que muchas organizaciones sindicales. Apareció la propuesta de la candidatura de Raimundo Ongaro, de la Federación Gráfica. Dirigente nuevo que había desplazado de la conducción a antiguos dirigentes socialistas democráticos, muy antiperonistas, como Antonio Mucci, quien posteriormente sería Ministro de Trabajo de Alfonsín. Instalado el Congreso, la fracción que respondía a Vandor (quien no asistió al Congreso) y a José Alonso del Vestido, se oponían a la participación de los gremios intervenidos, que entre otras cosas “no estaban al día en sus cotizaciones como obliga el Estatuto”. Los Combativos argumentan que “no se puede aceptar la decisión de intervención del Ministerio, cuando está claro que la intervención es por razones políticas” y proponen “que los gremios normalizados paguen las cuotas de los intervenidos en una suerte de crédito”, para que estuvieran al día. Esta cuestión se acepta y se produce la primera votación que designa la Comisión de Poderes, que ganan los Combativos, hecho que produce el retiro de la bancada que dirigía José Alonso y se refugian en la sede central de calle Azopardo. El Congreso sesiona y designa la nueva directiva eligiendo Secretario General a Ongaro, y fijan sede en la Federación Gráfica por estar la sede oficial tomada por la otra fracción. Los que están en desacuerdo con lo resuelto apelan el resultado y el Ministro San Sebastián, les da la razón. Situación que genera que la CGT quede dividida en dos fracciones, una división que dura poco tiempo pero con gran conflictividad, con epicentro particular en Tucumán y por primera vez con la suma de importantes sectores del estudiantado a la lucha de los trabajadores por haber, la Dictadura, intervenido las Universidades.
La Dictadura intenta aplicar las “quitas zonales” –menos salarios para los trabajadores del interior y suprimir el “sábado inglés”: que se trabaje 8 horas el sábado con igual salario, en vez de media jornada.
El Cordobazo
Los trabajadores industriales de Córdoba, uno de los principales centros, confrontan las medidas reaccionarias del gobierno militar. Los gremios toman medidas y la CGT Regional que comanda Miguel Correa de la Madera, convoca al paro activo, para el 29 de mayo a las 11 hs, con abandono de tareas y concentración en el centro de la Ciudad. El SMATA –automóviles-; la UOM –metalúrgicos-; UTA –transporte-; LyF –energía, conducen centros de acción con la participación del resto de los sindicatos. Se suma el estudiantado y luego el pueblo de Córdoba y luego del asesinato por la represión del obrero de Renault Máximo Mena, el combate callejero se derrama y la represión policial es insuficiente y la policía huye de los centros de acción. Ese hecho es conocido como “El Cordobazo”.
En esta época se percibe el comienzo en los países industrializados, de una etapa de carácter internacional con modificaciones sustanciales para el mundo del trabajo. Se da por finalizada la etapa fordista de producción (grandes concentraciones fabriles, con mucho personal, con reservas de materiales y stock de producción). Comienza la etapa del Toyotismo o “justo a tiempo”. Trabajar en una planificación flexible, a pedido, achicar los establecimientos, tercerizar las tareas, incorporar nuevas tecnologías, automatizar y robotizar, suprimir puestos de trabajo.
Comienza el proceso de “modelo neoliberal”. Achicar el Estado, mercado libre, desregular, flexibilizar el trabajo, deslocalizar las empresas y generar procesos de fusiones empresariales, con el consiguiente monopolio por parte de las Empresas Transnacionales, entre otras medidas.
Gobierno del General Agustín Lanusse: Lanusse, hijo de la oligarquía, desplaza a Onganía. En esta etapa comienza a hacerse evidente la práctica de la represión ilegal que venía gestándose desde hacía tiempo por la llamada “Escuela francesa” – cuyos asesores contaron con despacho propio en la Argentina desde 1956 – sistema de represión irregular que posteriormente desembocó en las AAA. La violencia se había instalado en el país, producto de una represión sistemática y de la aparición de grupos armados. El secuestro del General Aramburu, primer dictador de la revolución fusiladora, instaló a Montoneros como la principal agrupación armada que se declaraba peronista.
1976, Dictadura Cívico Militar
La dictadura militar que impuso una represión atroz, fue el marco de contención de la política impuesta por José A. Martínez de Hoz, aplicando con toda crudeza los principios del modelo neoliberal en la parte fundamental de la aplicación de las medidas económico financieras. Se produjo así un proceso de desindustrialización, de apertura de la economía favoreciendo los intereses del mercado y de las empresas transnacionales -ETN-. La CGT, conducida por Casildo Herreras, fue intervenida, mucho de su material fue quemado y gran parte de los sindicatos fueron intervenidos militarmente. Las tres armas –Ejército, Marina y Aeronáutica – se distribuyeron el poder, incluso en las intervenciones a sindicatos. El interventor en la CGT fue el Cnel. Pita y su Secretario, el Capitán Modénico. Se organizaron, con los gremios no intervenidos, cuatro grupos en función de ciertas afinidades, en tanto que los gremios intervenidos establecieron por su cuenta un quinto grupo, que era el mayoritario por estar los gremios más grandes, más otros medianos o pequeños: Metalúrgicos; Luz y Fuerza; SMATA; UPCN; Prensa y Obreros Navales, fueron algunos de ellos.
Este núcleo fue el origen de “los 25”, que luego con Tabaco Empleados, Taxis, Caucho, Judiciales, Cerveceros y otros, con la conducción de “los Robertos” – García y Digón – y de Saúl Ubaldini, produjeron gestas heroicas de lucha contra la Dictadura, con la consigna de “Pan, Paz y Trabajo”, incluyendo la primera huelga del 27 de abril de 1979.
La militancia, en toda esa etapa, sufrió violencias, hubo muchos muertos, secuestrados, desaparecidos, presos, torturados y exiliados.
Finalmente se logró la normalización institucional con la vuelta a la democracia en 1983, con los problemas y contradicciones por todos conocidos.-
En lo internacional, la implosión de la URSS impactó en el mundo sindical y luego el proceso de unidad sindical mundial y regional de 2006 y 2008 nos deja en una etapa que necesitamos analizar, porque se produce un fenómeno que podría caracterizarse como de “Unidad por arriba y Pluralidad por abajo”.
¿Eso es la libertad sindical? Miles de organizaciones de trabajadores de “primer grado” en Argentina y Brasil, varias centrales de trabajadores en estos países, con menos trabajadores formales, gran cantidad de desempleados y organizaciones sociales y de trabajadores de la economía popular, muy numerosas, sin un encuadre normativo. El conjunto del Movimiento de Trabajadores, en Argentina trabaja en definir que tanto los trabajadores con empleo, como los desempleados, son todos trabajadores. El desafío es articular una estructura organizativa que permita a todas sus expresiones, en el marco de la CGT -Confederación General de Trabajadores-, la participación democrática de las distintas expresiones: CGT; CTA A; CTA T y UTEP, para que, en unidad, definan qué modelo de País queremos, así como sus instrumentos de lucha y sus estrategias, que les permita asumir el protagonismo ganado en mejores épocas.
Carlos ‘Pancho’ Gaitán
Carlos "Pancho" Gaitán: Vicepresidente FPH; STIGAS,NRN; INFOworkers; ex SAON.
1 Teniendo en cuenta que los liberales en la Argentina han sido siempre conservadores.
2 Alberto Belloni, “Del Anarquismo al Peronismo”. Editorial La Siringa, Buenos Aires